¡ Y UNA MIERDA !
Clase de matemática
8:00 am
Todo ocurrió cuando me propuse comprender los laberínticos conceptos que la profesora pretendía que entendiese, cosa que no pude hacer, un pegajoso incidente me sorprendió.
El chicle que en ese momento estaba mascando empezó a deshacerse, sensación que todo el mundo reconocemos como desagradable. El chicle que antes era compacto empieza a volverse cada vez mas viscoso hasta que llega a un punto en el que empieza a pegarse al paladar, resumiendo: asqueroso.
tras empezar a notar esta peculiar y conocida sensación me dispuse a buscar un pequeño papelito para poder depositarlo, pero, ingenuo de mi tire aquel preciado envoltorio nada mas abrir el chicle, seré gilipollas!
No me quedaba otro remedio, así pues desafiando al karma pegue el chicle debajo de la mesa. Lo único que puedo aseguraros es que nunca mas volveré a hacerlo.
Antes de que pudiese darme cuenta la bestia me había atrapado, mi mano estaba pegada a la mesa. Intente despegarla, pero lo único que conseguí al alejarla fueron unos largos y finos hilos de chicle que no tenían nada que envidiar a la seda. Me ayude de la otra mano en un intento desesperado pero la telaraña consiguió atrapar al segundo insecto. Menudo lió que había armado!
Metí las dos manos debajo de la mesa, tenia que disimular aquella vergonzosa situación.
Se me ocurrió la brillante idea de pedirle a Ane, mi compañera de mesa, un klinex que por desgracia no tenía. Necesitaba un papel, el que fuese! Para poder desatarme de esas pegajosa esposas, por eso le pedí que me arrancara una hoja del cuaderno ( yo con las manos debajo de la mesa). Ella extrañada la corto y me la deposito encima de la mesa. Llego el momento, tenia que explicarle la situación.
Le pedí que por favor me la pasara debajo del pupitre, pero estaba muy ocupada en reírse de mi embarazosa situación, tan ocupada que atrajo todas las miradas de los demás indiscretos habitantes de la clase. Me dio el papel, el papel se me pego a la mano.
Tenía que ir al baño, no quedaba otra. Pero, no podía explicarle a la profesora lo sucedido, por eso escondí mis dos impregnadas manos bajo la camiseta y le dije que se me había explotado el bolígrafo. Me dejo ir al baño. tras 5 minutos de frotamiento intensivo conseguí deshacerme de la mayor parte.
En conclusión, el karma si existe, nunca mas volveré a pegar un chicle debajo de una mesa y tampoco comprare mas de la marca mentos, se deshacen en un amen. Son una puta mierda. Todavía tengo trozos de chicle!!
Aunque parezca mentira esta situación es real XD!
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ResponderEliminarWind: ¡Voy a probarlo ahora mismo!¡¡Me comeré un Mentos y se l pegaré a Fire!¡Wiiiiiii!
ResponderEliminarEarth: esa no es una prueba concluyente de que el karma existe. Es solo una situación que deriva de varios factores, entre otros la dudosa calidad de las gomas de mascar Mentos.
Water: ojalá vendieran chicles con forma de nube con forma de pez... piscinubuchicle...
Fire: ¡Wind, inténtalo y eres ninfa muerta! >:/